Almacén El Espinillo: testimonio vivo del alma rural entrerriana
Tres postes de ñandubay —torcidos, firmes, curtidos por el tiempo— sostienen el alero rústico que da sombra a la entrada de una de esas construcciones que parecen detenidas en el tiempo. Pintado sobre la pared blanca y rugosa, con letras rojas y pulso firme, se lee: “Almacén y Bar El Espinillo”. No es un nombre…


